La salud es un concepto que no debe concebirse como “la ausencia de enfermedad”, sino como algo más complejo. Bajo esta definición, una persona con una enfermedad crónica como diabetes, hipertensión, epilepsia u otra que no tenga una “resolución definitiva” nunca volvería a estar sano. Tomemos el ejemplo de una persona que usa gafas, las cuales están debidamente ajustadas, acude a un chequeo anual para ver que no necesite más aumento, lleva una vida normal e incluso se olvida la mayor parte del tiempo de que necesita utilizarlas para ver. ¿Usted diría que es una persona con pobre salud?
Si su respuesta fue “no”, está en lo correcto. Aunque el paciente del ejemplo anterior ciertamente está “enfermo” ya que padece una alteración en la función del ojo, esta se encuentra debidamente tratada, y su bienestar inmediato y a largo plazo no se encuentra comprometido ya que atiende regularmente su condición, su vida transcurre de manera normal y no le causa repercusiones físicas, sociales o psicológicas. Es esto lo que concebimos como salud, un estado de bienestar en todas sus esferas. De tal manera, una enfermedad no define a un paciente, sino su cuidado de la misma. El etiquetarse como “Soy diabético”, “Soy hipertenso”, “Soy epiléptico” nos da una percepción de que la condición es irremediable y no hay nada que hacer. Es importante cambiar esa idea por una más sana y responsable, por ejemplo “Soy un paciente que vive con diabetes, y esta se encuentra controlada por mis cuidados.”
La organización mundial de la salud persigue el acceso global a la salud, esto se compone de varias estrategias, siendo la más importante la atención a las condiciones que suceden con elevada frecuencia, que son prevenibles, controlables o sujetas a pronta resolución. Esto es la atención primaria en salud. En el contexto mexicano, este papel lo ejercen las unidades de medicina familiar, los centros de salud de primer nivel, los médicos generales y familiares en consultorios privados y los programas de prevención y manejo de enfermedades implementados por el gobierno o por el sector privado.
El objetivo de esta atención es educar a los pacientes en temas relevantes de salud, realizar detección oportuna y proveer a los pacientes con herramientas para su manejo y seguimiento. Es decir, toda la población es un paciente potencial de un consultorio de atención primaria. El primer paso para empoderarse y llevar un adecuado monitoreo de su salud es acercarse a alguna de estas entidades, tener un médico de cabecera o un expediente que facilite llevar un historial de vida en el contexto de salud. Salud GS es una estrategia de salud ocupacional que asiste a esta infraestructura de atención primaria, acercando a todos sus colaboradores asistencia médica personalizada, educación en temas de prevención, asistencia psicológica y consejería nutricional. Por su naturaleza, su principal objetivo es guiar un adecuado control de infecciones que no requieren de una revisión presencial, supervisar el uso adecuado de medicamentos, ofrecer vigilancia a problemas emergentes en salud como es la pandemia por COVID-19 y referir a un especialista en caso necesario.
Elaborado por: Dr. Lenin Saldaña
Referencias
- Primary health care. (Artículos en infografías disponibles en https://www.who.int/westernpacific/news/events/detail/2019/04/07/western-pacific-events/world-health-day-2019) 2019.
