El mindfulness, también conocido como “atención plena”, es una práctica que se origina en las tradiciones budistas, pero ha sido adoptada y adaptada en contextos psicológicos como una herramienta para mejorar el bienestar mental y emocional.
En términos simples, el mindfulness implica prestar atención de manera consciente y deliberada al momento presente, sin juzgar y aceptando nuestras emociones y el impacto que tienen en nuestras vidas.
Algunos elementos clave del mindfulness incluyen:
Conciencia plena: Consiste en estar completamente presente en el momento actual, observando y experimentando en el aquí y en el ahora.
Atención a la respiración: La respiración se utiliza comúnmente como un punto focal en la práctica de mindfulness. Al centrar la atención en la respiración, se busca mantener el enfoque en el presente.
Aceptación: El mindfulness implica aceptar los pensamientos y sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Se trata de observarlos y darles lugar para entender su origen, su significado y su efecto.
Reducción del estrés: La práctica regular de mindfulness ha demostrado tener beneficios para la reducción del estrés y la ansiedad.
Desarrollo de la atención plena en actividades cotidianas como comer, caminar o interactuar con los demás.
En resumen, el mindfulness es una práctica que busca cultivar una atención plena y consciente al momento presente, promoviendo la aceptación de pensamientos y emociones sin juicio.
Además de la psicoterapia, es un método por el cual podemos conocernos y aceptarnos, ya que los cinco pasos básicos del mindfulness brindan las condiciones mentales para lograrlo:
1. El primer paso es simplemente observar tus pensamientos, emociones, sensaciones físicas y el entorno que te rodea. Esto implica tomar conciencia de lo que está sucediendo en el momento presente, sin intentar cambiarlo.
2. Una vez que observes lo que está presente, el siguiente paso es aceptarlo tal como es, sin juzgarlo ni intentar cambiarlo. Esto implica permitir que las experiencias sean exactamente como son en este momento, incluso si son difíciles o desagradables.
3. Después de aceptar lo que está presente, el siguiente paso es dejar ir cualquier apego emocional o mental que puedas tener hacia las experiencias. Esto significa permitir que los pensamientos y sentimientos vengan y se vayan sin aferrarte a ellos ni intentar suprimirlos.
4. Una vez que hayas dejado ir las distracciones y los pensamientos irrelevantes, puedes dirigir tu atención consciente hacia un objeto de enfoque, como la respiración, las sensaciones corporales o los sonidos del entorno. El enfoque te ayuda a mantener la atención en el momento presente.
5. A medida que practicas la atención plena, es natural que tu mente se distraiga con pensamientos o preocupaciones. El último paso implica simplemente notar cuando tu mente se ha distraído y gentilmente regresar tu atención de nuevo al objeto de enfoque, sin juzgarte por haber perdido la concentración.
A medida que practicas la atención plena, es natural que tu mente se distraiga con pensamientos o preocupaciones, pero estos cinco pasos pueden ayudarte no solo a tener una mayor conciencia, sino a honrar tus pensamientos y permitirte vivir de una mejor manera.
Elaborado por: Psic. Cristina Trejo
Referencias
Mindfulness Exercises. (s. f.). Mindfulness Exercises | LinkedIn. https://www.linkedin.com/company/mindfulness-exercises/
